- Tether congeló los activos de Venezuela en USDT en respuesta a las sanciones de Estados Unidos en 2024.
- Venezuela prohibió la minería de criptomonedas en 2024, citando el alto consumo energético y la crisis eléctrica.
En Venezuela, la crisis económica ha llevado a un incremento en el uso de criptomonedas para enviar remesas. En 2023, aproximadamente el 9% de los $5.4 mil millones en remesas, equivalentes a $461 millones, se enviaron en forma de criptomonedas.
Esta tendencia ha sido impulsada por las dificultades económicas que incluyen alta inflación y corrupción, así como por las sanciones impuestas por Estados Unidos.
La Realidad de las Criptomonedas en Venezuela
La nación, que posee las mayores reservas de petróleo del mundo, enfrenta una inflación descontrolada y severas restricciones económicas.
En un esfuerzo por sortear las sanciones estadounidenses, en 2018, el gobierno venezolano lanzó el Petro, una criptomoneda respaldada por el estado. Sin embargo, el Petro no logró obtener una adopción significativa, principalmente debido a la falta de confianza en su utilidad y gestión. A esto se suma que el Banco Central de Venezuela rechazó aceptar el Petro, y en 2024, se suspendió su circulación.
Recientemente, ha surgido información que sugiere que el gobierno de Venezuela está explorando el uso de criptomonedas para el comercio internacional de petróleo. En respuesta a esto, Tether, la entidad emisora de la stablecoin USDT, congeló los activos que Venezuela poseía, alineándose con las sanciones de EE. UU.
Desafíos Energéticos y Políticas Anticripto
Además de los desafíos económicos, Venezuela enfrenta crisis energéticas con frecuentes apagones. En mayo de 2024, el gobierno prohibió la minería de criptomonedas, justificando que esta actividad exacerba los problemas de la ya frágil red eléctrica nacional. La minería había sido vista como una posible solución económica, pero la alta demanda energética y la infraestructura deficiente han hecho insostenible su práctica.
Perspectivas Futuras
Las remesas en criptomonedas han proporcionado una vía crucial para que los venezolanos reciban apoyo financiero del exterior. Sin embargo, el ambiente regulatorio y las políticas gubernamentales continúan siendo un obstáculo considerable.
Con el creciente escrutinio internacional y la volatilidad de la infraestructura nacional, el futuro de las criptomonedas en Venezuela sigue siendo incierto, destacando la complejidad de integrar la tecnología blockchain en un contexto de alta inestabilidad económica y política.
