En un emocionante desarrollo para el mundo digital, el CEO de Telegram, Pavel Durov, anunció el lanzamiento de una revolucionaria plataforma de anuncios, que redefinirá la monetización de contenidos en la aplicación de mensajería. Esta nueva iniciativa recompensará a los propietarios de canales con toncoin en la blockchain TON, marcando un importante giro hacia la integración de la tecnología blockchain con las plataformas de redes sociales. Mientras los canales de Telegram se preparan para aprovechar este innovador modelo de ingresos, otra ICO de blockchain, InQubeta, está apareciendo en los titulares como una de las principales altcoin en el espacio de las criptomonedas, desafiando a actores establecidos como Monero.
El salto de Telegram a la monetización
La incursión de Telegram en la publicidad representa un cambio monumental en la monetización de contenidos. Con canales de difusión que generan un billón de visitas mensuales, el potencial de generación de ingresos es inmenso. Sin embargo, hasta ahora, sólo se monetizaba una fracción de estas visualizaciones. La introducción de la plataforma de anuncios de Telegram pretende cambiar este panorama, ofreciendo a los propietarios de canales de casi cien países la oportunidad de ganar con los contenidos que crean, compartiendo con ellos el 50% de los ingresos publicitarios.
La decisión de utilizar Toncoin como moneda para estas transacciones no sólo aumenta el valor del token, como lo demuestra su aumento del 40% tras el anuncio, sino que también consolida la posición de la blockchain TON como un actor fundamental en la economía digital. Este movimiento refleja la creciente tendencia de las plataformas de redes sociales a adoptar la tecnología blockchain para ofrecer modelos de monetización más transparentes, equitativos y centrados en el usuario.
InQubeta: El rival de Monero que gana impulso
Enmedio del revuelo en torno a la nueva empresa de Telegram, hay una nueva ICO que atrae la atención de todo el mundo: InQubeta. Lo que diferencia a esta plataforma es que facilita la inversión en startups de IA, gracias a la magia de la tecnología blockchain. No se trata sólo de ganar dinero rápido; se trata de romper las barreras que han mantenido al ciudadano medio fuera del juego de la inversión.
Entonces, ¿qué problema resuelve InQubeta?
Imagina un mundo en el que invertir en la próxima gran tecnología de IA no esté reservado a los inversores adinerados. Ese es el mundo que está creando InQubeta. Mediante el uso de tokens QUBE, cualquiera puede invertir su dinero en startups de IA sin necesidad de tener una fortuna. Este enfoque no es sólo una victoria para los inversores; es un salvavidas para los innovadores de la IA que buscan fondos para crecer y desarrollarse.
Desde sus inicios hasta sus triunfos actuales, InQubeta muestra el extraordinario potencial de blockchain más allá de la compraventa. Su exclusiva moneda ERC20 no es una criptomoneda más que comprar; es un billete para una cartera creciente y una participación en el éxito de proyectos de IA innovadores.
Y el viaje no ha hecho más que empezar. Con una preventa que ya ha superado los 10,9 millones de dólares y grandes planes en el horizonte -pensemos en el mercado NFT, InQubeta Swap y toda una comunidad descentralizada al mando-, InQubeta está a punto de redefinir cómo invertimos en IA.
Conclusión
Mientras Telegram da grandes pasos para combinar la cadena de bloques con las redes sociales, InQubeta está dejando su huella como un cambio de juego en la escena criptográfica de la IA. Estos movimientos forman parte de una tendencia mayor hacia la transparencia, el empoderamiento del usuario y la innovación impulsada por la tecnología.
La historia de InQubeta arroja luz sobre el potencial más amplio de blockchain: una herramienta que va más allá de las transacciones para forjar el futuro de la inversión en tecnología. A medida que crece, no sólo ofrece la oportunidad de sacar provecho, sino que nos invita a formar parte de los avances tecnológicos que dan forma a nuestro futuro. En esta era digital en constante evolución, InQubeta se erige como un faro que guía a cualquiera que desee sumergirse en el mundo de la inversión en IA, prometiendo algo más que beneficios: participar en los avances que definirán nuestro mañana.