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  • Omicron (OMIC) ha subido más de un 700% este fin de semana después de que la OMS diera el mismo nombre a la última variante de COVID.
  • Los NFT con temática COVID se han vendido por millones de dólares en el pasado, haciendo dinero con la última pandemia de la historia.

Nombrar empresas, medicamentos y programas, entre otros elementos, con letras del alfabeto griego es una práctica habitual: desde Alfa, Beta, Omega e incluso Omicron. Esta última es la decimoquinta letra del alfabeto griego y está suscitando una gran atención en los acontecimientos mundiales.
Durante el fin de semana, la poco conocida criptomoneda Omicron (OMIC) se disparó un 716%. Casualmente, esto ocurrió después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombrara la última y más peligrosa variante del COVID-19 con el nombre de la letra griega. Que esto sea una buena o mala noticia depende de la interpretación de cada uno.
Para los poseedores de Omicron, las cosas empezaron a animarse hacia el mediodía del 27 de noviembre. OMIC rompió su resistencia cercana a los 70 dólares, subiendo a 187 dólares en menos de media hora. A partir de entonces, los precios se dispararon, alcanzando un máximo diario de unos 242 dólares. Los que siguieron adelante vieron aún mejores recompensas al día siguiente, cuando el token alcanzó un máximo de 430 dólares.

Omicron muestra por qué la denominación es importante

Tradicionalmente, la OMS nombra estos virus con letras del alfabeto griego para evitar la estigmatización, la discriminación y los nombres complejos. Esta vez, la organización se saltó las dos letras que siguen a la «mu» para evitar la polémica denominación de la última variante de COVID, y su siguiente elección fue Omicron.
Desde el nivel de 400 dólares, Omicron corrigió hasta 260 dólares antes de volver a subir hasta el nivel de 500 dólares. Nuestros datos al cierre de esta edición muestran que OMIC cotizaba a 579,90 dólares, habiendo ganado un 102,2% en el día. Su rango es 3368, aunque su capitalización de mercado en vivo no está disponible actualmente.
Omicron surgió a principios de este mes como una bifurcación del token Olympus (OHM) en la red Arbitrum. OMIC es un protocolo de moneda de reserva descentralizada que recompensa a los apostadores y a los obligadores a través de su dinámica económica. Ahora el criptoactivo es homónimo de la sexta pandemia más mortífera de todos los tiempos, un giro argumental que ahora es responsable de su notable ascenso.
El ascenso a la fama a lomos de la actual pandemia no es nuevo en la industria de las criptomonedas. Por ejemplo, COVIDPunks es un spinoff de temática COVID del valioso conjunto CryptoPunks NFT. El proyecto ha movido 1800 ETH en volumen de operaciones (aproximadamente 7,9M$ al precio actual de ETH). Es más, CryptoPunk 7523, el único de su clase con una máscara, se vendió por 11,7 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s. Los entusiastas de la NFT la apodaron «COVID Alien».
Mientras haya una oportunidad de ganar dinero, los inversores parecen entrar de lleno, aunque esté relacionada con algo mortal. Actualmente, Omicron sólo está disponible en Sushiswap (Arbitrum One) para aquellos que deseen comprarlo.
Ya que la OMS nombra las variantes de COVID según las letras griegas, quizá la próxima criptomoneda debería llevar el nombre de las letras que siguen a Omicron.

Vamos a adentrarnos en los reinos de las criptomonedas, el Metaverso, las NFT y CeDeFi, haciendo especial hincapié en la tecnología multicadena como el futuro de la innovación de las cadenas de bloques. Un interés particular es el análisis de los datos de la cadena en busca de oportunidades de inversión fiables. El objetivo es desvelar información dentro de los datos y ofrecer orientación a quienes buscan navegar por el panorama en constante evolución de los activos digitales y la tecnología blockchain.

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