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  • La mayoría de los países, incluidos los del primer mundo como EE.UU., están trabajando en CBDC.
  • Monero, ZCash y Dash ofrecen privacidad financiera en esta era digital y ya están atrayendo la adopción masiva.

No es ningún secreto para cualquiera que haya estado prestando atención al desarrollo de CBDCs, que tiene grandes deficiencias. En la nueva era digital, los CBDC, incluido el que se está desarrollando en Estados Unidos, ofrecen poca o ninguna privacidad a los usuarios. Además, estos nuevos productos financieros ponen a los usuarios en riesgo de censura por parte del gobierno que controlará su emisión y uso.

Los gobiernos no están dispuestos a abordar los problemas de las CBDC, pero se han apresurado a promover sus ventajas, como la seguridad y la mayor inclusión financiera, las bajas comisiones de mantenimiento de cuenta, la mayor rapidez de las transacciones, etc. Como demuestran las criptomonedas y las monedas centradas en la privacidad en particular, estas ventajas no deberían exigir que los usuarios sacrifiquen su privacidad y sus libertades financieras.

Monero, ZCash y Dash son los principales proyectos que demuestran todas las ventajas de las criptomonedas en la nueva era digital que requiere sistemas financieros digitales. Los tres proyectos se consideran monedas de privacidad por sus características y herramientas especiales que garantizan el anonimato de todos los detalles de las transacciones en su red. Esto ofrece a los usuarios una completa libertad financiera.

En las últimas semanas y meses, los tres proyectos han recibido una creciente adopción. Monero (XMR), la mayor de las tres, ocupa el puesto 24 con una capitalización de mercado de 2.400 millones de dólares. ZCash (ZEC) y Dash tienen una capitalización de mercado de 400 y 330 millones de dólares respectivamente.

¿Están amenazadas las monedas de privacidad?

Desde su aparición, han sido objeto de preocupación regulatoria, con países como EE.UU. y Europa desaconsejando su uso. Otros, como Australia, Japón y Corea del Sur, las han prohibido directamente o han prohibido su cotización en bolsa. Estos países citan el uso de monedas para actividades ilegales como terrorismo, drogas y blanqueo de dinero.

Aunque esto es cierto y algunas de las transacciones facilitan actividades ilegales, los datos muestran continuamente que las actividades ilegales representan una pequeña cantidad del total. En 2022, los volúmenes ilícitos de criptomonedas alcanzaron un nuevo máximo histórico de 20.600 millones de dólares, pero esto solo representó el 0,24% de todas las criptotransacciones.

Los analistas advierten cada vez más que los gobiernos podrían utilizar herramientas digitales para controlar a sus ciudadanos. Con los CBDC, los gobiernos pueden controlar cuándo y dónde se pueden gastar sus monedas digitales. Además, pueden utilizarse como herramientas de vigilancia para rastrear a los usuarios.

Quienes buscan redes centradas en la privacidad quieren mantener su vida financiera en privado. En la nueva era digital, en la que la información se maneja sin cuidado, los usuarios quieren asegurarse de que el aspecto financiero está bien protegido.

James se dedica a desmitificar intrincados conceptos tecnológicos. Su agudo ojo para los detalles le ha posicionado como una voz de confianza en tecnologías descentralizadas. Con años de experiencia, crea artículos perspicaces, análisis en profundidad y narraciones cautivadoras que descubren el potencial y los obstáculos dentro del panorama de las criptomonedas y blockchain.

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