- En la última década, Bitcoin (BTC) se ha convertido en una de las opciones de inversión más atractivas y lucrativas para multimillonarios, empresas de inversión, fondos soberanos y fondos familiares.
- La favorable regulación de las criptomonedas, su adopción generalizada y su capacidad para obtener resultados positivos en tiempos de crisis económica y política han convertido a este activo en un valor imprescindible en las carteras de los inversores inteligentes.
Bitcoin (BTC) ha sido el valor más destacado de la última década, lo que ha provocado un creciente interés por los activos digitales entre la élite financiera.
Esta tendencia comenzó con multimillonarios individuales que manifestaron su postura de poseer directamente tokens de BTC. Se ha extendido a empresas de inversión, fondos soberanos y fondos familiares.
Aunque se considera uno de los activos más volátiles, el BTC ha logrado ofrecer una rentabilidadcercana al 85751,7% en la última década. Durante este tiempo, muchas cosas han cambiado, centrándose especialmente en la regulación y la adopción.
La mejora gradual de ambas culminó con la aprobación por parte de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) del primer ETF de Bitcoin al contado a principios de año. Esto ha acelerado la adopción, con el ETF IBIT de BlackRock atrayendo más de 20.000 millones de dólares. Lo mismo ha llevado a una revalorización del precio, con BTC marcando un nuevo máximo histórico en marzo tras alcanzar algo más de 74.000 dólares.
En el momento de escribir estas líneas, BTC cotiza a 58.919 dólares tras una subida del 2% en las últimas 24 horas. Estas ganancias son bienvenidas tras una semana bajista en la que la altcoin ha perdido alrededor de un 6% en los últimos siete días.
Con la posición psicológica de los 60.000 dólares en juego, los inversores están atentos a si el activo digital marca una tendencia bajista o alcista a medio plazo.
Bitcoin, en parte, ha luchado en las últimas semanas debido a una caída en las entradas de inversión en ETFs de Bitcoin. Estos productos de inversión han impulsado principalmente el mercado alcista, y al disminuir la participación de los inversores, la demanda y el precio han caído.
El interés de los inversores se ha visto frenado además por el hecho de que el activo no ha logrado repuntar tras la reducción de Bitcoin a la mitad; a principios de año, había grandes expectativas de que, tras la reducción a la mitad de abril, el activo experimentaría un notable repunte y alcanzaría un nuevo máximo histórico.
Como los precios no se ajustan a los costes de extracción, los mineros se ven cada vez más presionados para vender sus reservas, lo que aumenta la presión sobre los precios. Los especuladores, que esperaban ganancias, también han estado vendiendo, lo que ha aumentado la presión.
Los últimos datos sobre tendencias revelan que el interés por Bitcoin está disminuyendo. Las estadísticas mundiales de lo que va de año muestran que el término de búsqueda «bitcoin» obtuvo una puntuación de 32 sobre 100. Esto supone un descenso del 43,85%. Esto supone una caída del 43,85% desde la primera semana de 2024.
Las próximas elecciones estadounidenses de noviembre podrían ser críticas para la trayectoria del precio de Bitcoin. Trump ha surgido como el candidato preferido para la comunidad cripto, y el candidato está explorando las diversas regulaciones y aplicaciones que apoyarán al gobierno y a la industria a largo plazo.
Esta inminente victoria marcará el comienzo de más inversiones en Bitcoin y en la criptoeconomía en general, ayudando a consolidar su posición en la economía mundial.
Varias predicciones de precios sitúan al Bitcoin por encima de los 100.000 dólares antes de finales de año, ofreciendo a los inversores inteligentes enormes ganancias.