- Kevin Chou transformó su pasión infantil por los videojuegos en una serie de importantes empresas impulsadas por blockchain.
- Combina la innovación tecnológica con los valores personales, siempre con el objetivo de empoderar a los creadores y retribuir.
Kevin Chou pasó gran parte de su infancia en el comedor de la casa de sus padres en Moorpark, California. No para comer, sino para jugar videojuegos de 8 bits en la computadora IBM XT de su padre. En ese entonces, nadie habría imaginado que este joven nacido en Taiwán se convertiría en una figura clave en los sectores del blockchain, los videojuegos y los deportes electrónicos. Pero, a veces, la vida cambia de rumbo por algo tan simple como un disquete.
A diferencia de muchos graduados en negocios, Chou no optó por un camino convencional después de graduarse magna cum laude de la UC Berkeley. En su lugar, se sumergió en el mundo de los videojuegos y fundó Kabam en 2006.
Kabam no es una empresa de videojuegos común: ha atraído a más de 500 millones de jugadores en todo el mundo y ha generado más de 400 millones de dólares anuales. Sus juegos, que incluyen colaboraciones con franquicias gigantes como Marvel, Star Wars y Los Juegos del Hambre, son un testimonio de su éxito.
Sin embargo, Kevin no se detuvo ahí. Aunque Kabam fue vendida por casi 1.000 millones de dólares a Netmarble, 21st Century Fox y GAEA, Chou no se conformó con descansar en sus laureles. En su lugar, comenzó un nuevo capítulo en su vida.
Kevin Chou: De los deportes electrónicos al mundo del blockchain
Tras el éxito de Kabam, Chou continuó su trayectoria con Gen.G, una empresa de deportes electrónicos que conecta a las comunidades de jugadores de Asia y Norteamérica. En 2017, su equipo incluso ganó el campeonato mundial de League of Legends. Pero Chou no se limitó a la competencia; vio una oportunidad más amplia: cómo la tecnología podría permitir que aficionados, creadores y jugadores obtuvieran una compensación económica más justa.
Esto lo llevó a fundar dos proyectos innovadores que unen la economía creativa con el blockchain: Forte y Rally.
Forte busca integrar la tecnología blockchain en la economía de los videojuegos. Imagina jugar un juego donde los objetos y monedas tienen un valor real que puedes usar fuera del mundo virtual. Suena emocionante, ¿verdad?
Rally, por otro lado, está dirigido a creadores de contenido. Les permite crear su propia moneda digital, permitiendo que su comunidad los apoye directamente, sin intermediarios. Este proyecto generó tanto entusiasmo que su valor de mercado superó los 3.000 millones de dólares en 2021.
Retribuir con propósito
Kevin Chou no solo se enfoca en proyectos ambiciosos. Junto a su esposa, Connie Chen, ha contribuido a su alma máter, la UC Berkeley, financiando la construcción del Connie & Kevin Chou Hall en Berkeley Haas. Esta donación refleja sus valores y su deseo de retribuir a la sociedad que lo formó.
Chou también comparte una filosofía de vida sencilla pero poderosa: «Descubre qué es único y especial en ti, y úsalo». Este consejo, que parece salir más de la experiencia que de un libro de texto, es un reflejo de su enfoque personal y profesional.
Simplificando el cripto para las masas
No contento con Forte y Rally, Kevin Chou lanzó SuperLayer, un estudio de riesgo criptográfico que busca crear productos fáciles de usar y atraer a 100 millones de nuevos usuarios al ecosistema blockchain.
Chou quiere hacer que la tecnología blockchain sea accesible para todos, especialmente para quienes la consideran complicada o exclusiva. Está aplicando la misma mentalidad que usó en Kabam para simplificar experiencias complejas y hacerlas atractivas.
Por supuesto, no todos los proyectos han sido un éxito rotundo. Rally, por ejemplo, ha tenido que adaptarse a los desafíos tecnológicos y los cambios en la industria de las criptomonedas. Sin embargo, Chou enfrenta estos obstáculos con calma, como alguien acostumbrado a los altibajos de las startups.
Para alguien que comenzó su carrera jugando con disquetes de 8 bits, los desafíos actuales no son intimidantes. Más bien, son una oportunidad para seguir innovando y volver al juego con nuevas ideas.