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  • La organización dijo que la adopción de las criptomonedas como moneda de curso legal podría traer volatilidad e inestabilidad macroeconómica
  • Calificó la medida como «un paso demasiado lejos» y «un atajo desaconsejable»

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido una advertencia contra los países que utilizan criptomonedas como moneda de curso legal. Esta advertencia se produce después de que El Salvador aprobara un proyecto de ley que convierte a la principal criptomoneda, el Bitcoin, en moneda de curso legal. Una medida que ha recibido una reacción generalizada y ha provocado la protesta de los salvadoreños.

En una advertencia fechada el 26 de julio, la organización calificó la adopción de las criptomonedas como moneda nacional como «un paso demasiado grande». El FMI, si bien reconoce las ventajas potenciales de las monedas digitales, como la seguridad, la facilidad de acceso y la asequibilidad, afirma que, en muchos casos, los riesgos y los costes superan los posibles beneficios.

Volatilidad, integridad de la política monetaria y posible inestabilidad macroeconómica

La organización citó el argumento común de que las criptomonedas son demasiado volátiles para poder ser utilizadas como moneda nacional. Señaló el desplome del Bitcoin, que pasó de un máximo histórico de 65.000 dólares por BTC a unos 30.000 dólares en unos dos meses. La adopción de las criptomonedas como moneda de curso legal podría exponer a las instituciones financieras de un país a tales fluctuaciones, advierte la entrada del blog. La macroeconomía también podría verse afectada, advierte la organización.

En el caso de que los bienes y servicios se coticen tanto en la moneda local como en una criptomoneda, las empresas y los hogares tendrían que invertir mucho tiempo y recursos valiosos para decidirse por una moneda. Los gobiernos también sufrirían potencialmente el riesgo del tipo de cambio si, por ejemplo, los impuestos y otras formas de ingresos gubernamentales se cotizan en una moneda mientras que los gastos se cotizan en otra.

El blog también señalaba la posible amenaza para los bancos centrales y la política monetaria.

La política monetaria perdería fuerza. Los bancos centrales no pueden fijar los tipos de interés de una moneda extranjera. Normalmente, cuando un país adopta una moneda extranjera como propia, «importa» la credibilidad de la política monetaria extranjera y espera alinear su economía -y los tipos de interés- con el ciclo económico extranjero. Nada de esto es posible en el caso de la adopción generalizada de criptoactivos.

También está la cuestión de la integridad financiera. Si no está regulado, el cripto puede utilizarse para el blanqueo de dinero, la evasión fiscal y la financiación de actividades como el terrorismo. Todo ello podría suponer una amenaza para el «sistema financiero, el equilibrio fiscal y las relaciones con países extranjeros y bancos corresponsales» de un país. Por ello, el FMI cree que es poco probable que las economías estables tomen esta decisión.

«Es poco probable que las criptoactivos se pongan de moda en países con inflación y tipos de cambio estables, y con instituciones creíbles. Los hogares y las empresas tendrían muy pocos incentivos para cotizar o ahorrar en una criptoacumulación paralela como el Bitcoin, incluso si se le diera curso legal o estatus de moneda. Su valor es demasiado volátil y no está relacionado con la economía real.
Incluso en economías relativamente menos estables, el uso de una moneda de reserva mundialmente reconocida, como el dólar o el euro, sería probablemente más atractivo que la adopción de una criptomoneda. Una criptomoneda podría ser un vehículo para que las personas no bancarizadas realicen pagos, pero no para almacenar valor. Se cambiaría inmediatamente en moneda real al recibirla»

«Un atajo desaconsejable»

Los méritos de las monedas digitales y la tecnología subyacente no pueden ignorarse. Sin embargo, el FMI aconseja que los gobiernos simplemente den un paso adelante y proporcionen estos beneficios en los servicios financieros existentes, al tiempo que aprovechan los nuevos activos digitales. Todo ello asegurándose de preservar «la estabilidad, la eficiencia, la igualdad y la sostenibilidad medioambiental». Intentar obtener todos estos beneficios simplemente introduciendo una criptomoneda como moneda de curso legal es, según la organización, «un atajo desaconsejable».

El FMI ya había advertido a El Salvador sobre los posibles efectos adversos de su adopción de Bitcoin como moneda de curso legal.

Steve escribe sobre blockchain desde hace 8 años y es un entusiasta de las criptomonedas desde hace aún más tiempo. Lo que más le entusiasma es la aplicación de blockchain para abordar los retos a los que se enfrentan los países en desarrollo.

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