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  • El Departamento de Justicia de EE. UU. quiere más poder para apropiarse de las criptomonedas de la gente, incluso sin la aprobación de un juez.
  • Dicen que es para detener el fraude, pero algunos piensan que es innecesario porque ya han incautado miles de millones en criptomonedas.

El Departamento deJusticia de Estados Unidos (DOJ) está abogando por un aumento de su autoridad para confiscar activos de criptomonedas de ciudadanos estadounidenses. La presión del DOJ para aumentar sus poderes se produce cuando el Servicio de Impuestos Internos (IRS) se embarca en un importante esfuerzo de vigilancia de la criptomoneda, lo que plantea preocupaciones sobre las posibles consecuencias para las personas involucradas en el espacio de la moneda digital.

Confiscación de criptomonedas: El creciente interés del DOJ

El DOJemitió un informe exhaustivo en respuesta a la Orden Ejecutiva14067 en 2022, trazando el catalizador de este desarrollo. Esta orden ejecutiva, iniciada por el Presidente Biden, marcó un paso significativo hacia la configuración del futuro de la regulación de la criptomoneda en Estados Unidos. Aunque algunos temieron inicialmente una severa represión del sector, la orden se centró en recopilar información y recomendaciones de diversos organismos para fundamentar futuras decisiones políticas.

El informe del DOJ aborda un amplio espectro de temas relacionados con las criptomonedas. Entre sus numerosas recomendaciones, destacan cuatro categorías: ayudar a los procesamientos, mejorar las investigaciones, ampliar las penas por delitos relacionados con la criptomoneda y reforzar los recursos disponibles para los empleados del gobierno. De particular interés es la petición del DOJ de ampliar la autoridad sobre la incautación de activos de criptomoneda.

Afirmación de la necesidad de una mayor autoridad

El informe subraya la perspectiva del DOJ sobre la necesidad de tener autoridad para confiscar los beneficios del fraude y la manipulación de la criptomoneda. Argumentan que esta autoridad es un elemento disuasorio contra las actividades ilícitas y un medio para privar a los malhechores de sus ganancias mal habidas. En consecuencia, el DOJ pide que se amplíen sus competencias en materia de decomiso penal, civil y administrativo en el ámbito de las criptomonedas.

¿Justificación cuestionable?

Sin embargo, algunos críticos han cuestionado la afirmación del DOJ de que carece de las herramientas para incautar criptomoneda con eficacia. Los datos históricos revelan una tasa de éxito considerable en este sentido. Porejemplo, entre 2014 y 2022, el FBI incautó aproximadamente 427 millones de dólares en criptomonedas, mientras que el IRS confiscó otros 3.800 millones de dólares entre 2018 y 2021. Estas cifras sustanciales ponen en duda la urgencia de la petición del DOJ de mayores poderes.

Un aspecto clave de la recomendación del DOJ implica el decomiso administrativo. Este proceso otorga a la agencia incautadora, en lugar de a un juez, la autoridad para decidir si la propiedad debe ser confiscada. El DOJ ha elogiado el decomiso administrativo por su eficiente asignación de recursos gubernamentales y su capacidad para reducir las cargas sobre el sistema judicial federal. De hecho, entre 2000 y 2019, los decomisos administrativos constituyeron un importante 78 por ciento de todos los decomisos llevados a cabo por el DOJ.

Preocupaciones de privacidad y potencial de uso indebido

Con el IRS a punto de recopilar una gran cantidad de información nueva sobre las actividades de criptomonedas de los estadounidenses, surgen preocupaciones sobre el posible uso indebido de estos datos. Los críticos argumentan que el DOJ podría utilizar esta amplia vigilancia para iniciar confiscaciones de criptomonedas basadas únicamente en sospechas y no en pruebas concretas de actividad delictiva. Dada la naturaleza compleja y a menudo incomprendida de las transacciones de criptomoneda, existe el temor de que personas inocentes puedan encontrarse en el punto de mira de tales investigaciones.

Este hecho subraya una cuestión más amplia relativa a la recopilación masiva de datos por parte de las agencias gubernamentales. Ya se trate del Departamento de Justicia, que busca ampliar sus poderes de confiscación, de la Agencia Tributaria, que pretende aumentar su capacidad de auditoría, o de actores maliciosos que intentan explotar vulnerabilidades, las grandes bases de datos gubernamentales se convierten en objetivos tentadores para el abuso, tanto interno como externo.

Dada la propuesta del IRS de aumentar la vigilancia de la criptomoneda, aconsejamos a las personas involucradas en el espacio de la criptomoneda que se mantengan vigilantes sobre el uso potencial de estos datos por parte del gobierno. La posibilidad de que aumenten las confiscaciones basadas en sospechas y no en pruebas concretas exige un examen cuidadoso de las actividades financieras de cada uno en el ámbito de las divisas digitales.

John Kiguru es un editor consumado con una gran afinidad por todo lo relacionado con blockchain y criptomonedas. Aprovechando su experiencia editorial, aporta claridad y coherencia a temas complejos dentro de la esfera de la tecnología descentralizada. Con un enfoque meticuloso, John refina y mejora el contenido, asegurando que cada pieza resuene con la audiencia. John es licenciado en Empresariales, Gestión, Marketing y Servicios de Apoyo Relacionados por la Universidad de Nairobi. Su formación académica enriquece su capacidad para comprender y comunicar conceptos complejos en el ámbito de la cadena de bloques y las criptomonedas.

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