- El G20 reiteró a sus países asociados la necesidad de afrontar «los riesgos» de una stablecoin antes de que la tecnología siga progresando.
- El G20 también pidió mejorar el sistema de pago transfronterizo a nivel mundial en coordinación con otros organismos.
- El organismo recomendó seguir los lineamientos de FATF que representan un mayor endurecimiento hacia Bitcoin y otras criptomonedas.
El 23 de febrero la Reunión de Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20 emitió un comunicado. La reunión ocurrió en Arabia Saudita y en el comunicado, el G-20 reconoce que el panorama económico actual ha cambiado. El organismo afirma que el motor del cambio son los rápidos avances tecnológicos, ambientales y demográficos.
Lidiando con la «amenaza» de las monedas estables
El comunicado tiene alrededor de 5 páginas. Sin embargo una sección pequeña es dedicada al desarrollo del Bitcoin y otras criptomonedas. La preocupación principal del G-20 es que los avances tecnológicos como las criptomonedas y las monedas estables progresen hasta un punto que amenacen la estabilidad económica global. El comunicado afirma lo siguiente (traducido libremente):
Nos mantenemos atentos a los posibles riesgos que surjan de las innovaciones financieras, incluidos los riesgos relacionados con la estabilidad financiera, el consumidor y protección de los inversores, lucha contra el blanqueo de dinero y contra la financiación del terrorismo (CFT) así como sus implicaciones macroeconómicas, incluyendo cuestiones de soberanía monetaria.
Por lo tanto, el G-20 recomienda aplicar una serie de lineamientos conocidos como Financial Action Task Force (FATF). Estos lineamientos están centrados en combatir el lavado de dinero y el financiamiento de actividades ilegales. Sin embargo, en su planteamiento se endurecen las políticas contra los usuarios de criptomonedas como Bitcoin. Al imponer una «Regla de Viaje» los intercambios deben tener información sobre sus clientes como el nombre, la dirección de la cartera, localización del usuario, entre otros.
El G-20 también propuso mejorar el sistema de pagos transfronterizos actual. De esta manera, el organismo busca mitigar el surgimiento e implementación de una alternativa como los productos de Ripple. Durante los últimos meses, la compañía de pagos rápidos ha visto un crecimiento importante y una demanda creciente por sus productos financieros. De acuerdo con el CEO de la compañía, Ripple procesa casi el 10% de las remesas que se envían entre Estados Unidos y México. El G-20 afirma lo siguiente sobre las criptomonedas y las monedas estables (traducido libremente):
esos riesgos deben ser evaluados y abordados adecuadamente antes de que comiencen a operar, y apoyar los esfuerzos del FSB para desarrollar recomendaciones regulatorias con con respecto a estos arreglos. (…) Reconocemos la necesidad de mejorar los acuerdos de pago transfronterizos mundiales para facilitar un costo más bajo y más rápido transferencias, incluso para las remesas. Pedimos al FSB, en coordinación con el Comité de Pagos e Infraestructuras de Mercado (CPMI) y otros órganos normativos pertinentes y organizaciones internacionales, a fin de elaborar una hoja de ruta para mejorar los pagos transfronterizos a nivel mundial para octubre de 2020.
La Financial Stability Board cumplió con las exigencias del G-20 y presentó una hoja de ruta. En el documento la entidad afirma estar buscando una respuesta rápida para lidiar con las criptomonedas y las monedas estables. Aunque afirman que están abiertos a mantener cualquier beneficio que traigan estos activos a la economía mundial. El organismo afirmó que un reporte más completo será publicado en abril del 2020 y tendrá un reporte más detallado sobre los problemas de regulación hacia las monedas estables y las criptomonedas.
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