- Faltan décadas para que los ordenadores cuánticos amenacen los robustos protocolos de seguridad de Bitcoin.
- El diseño descentralizado de Bitcoin garantiza su adaptación a futuros retos de la computación cuántica.
La computación cuántica ha suscitado preocupación en la comunidad de criptodivisas, sobre todo por las acusaciones de que esta tecnología podría poner en peligro la seguridad de Bitcoin. Pero según el vídeo de Crypto Tips «¿Matará la computación cuántica a Bitcoin?», estas preocupaciones son en su mayoría injustificadas y prematuras.
Aunque la computación cuántica presenta riesgos teóricos, Bitcoin está, sin embargo, preparado para hacer frente a estas dificultades tanto hoy como en los próximos años.
Herramientas de seguridad de Bitcoin frente a la computación cuántica emergente
Según el vídeo, dos herramientas fundamentales -SHA-256 y la técnica de firma digital de curva elíptica (ECDSA)- conforman la seguridad de Bitcoin. Estos sistemas custodian las claves privadas y garantizan la integridad de la cadena de bloques de Bitcoin.
Mientras que SHA-256 sirve de cerrojo criptográfico que protege los datos de Bitcoin e impulsa el proceso de minería, ECDSA garantiza que sólo el propietario legítimo pueda acceder a Bitcoin y gastarlo.
En teoría, un ordenador cuántico suficientemente potente podría vulnerar estos sistemas adivinando las claves privadas o eludiendo la seguridad SHA-256. La realidad, sin embargo, dista mucho de este mundo imaginado.
La tecnología de los ordenadores cuánticos aún está en pañales. Un ordenador cuántico tendría que alcanzar un grado extremo de potencia -unos 133 millones de qubits para comprometer las defensas criptográficas de Bitcoin- para suponer una amenaza real para la moneda.
Con poco más de 100 qubits en estos momentos, el Sycamore de Google es el ordenador cuántico más sofisticado. Esta gran diferencia pone de relieve lo mucho que tiene que desarrollarse la tecnología antes de plantear un verdadero problema. Incluso con rápidos avances, expertos como la científica Sabine Hossenfelder proyectan que estamos al menos a décadas de distancia de que los ordenadores cuánticos alcancen tal capacidad.
Adaptar los sistemas de seguridad a los retos del futuro
Además, la arquitectura de Bitcoin incluye fuertes niveles de defensa contra posibles riesgos cuánticos. Las claves públicas, que hipotéticamente podrían ser buscadas por ordenadores cuánticos, sólo se revelan cuando se utiliza Bitcoin. No repetir direcciones ayuda a los usuarios a mantener su seguridad.
Además, el mecanismo hash de Bitcoin añade otro grado de protección, que hace que incluso los ordenadores cuánticos avanzados sean bastante difíciles de eludir.
Otra gran cualidad de Bitcoin es su versatilidad. Si la computación cuántica llega a un nivel en el que suponga una amenaza real, la comunidad descentralizada de Bitcoin está preparada para aplicar las mejoras necesarias. A principios de 2010, Satoshi Nakamoto, el desarrollador seudónimo de Bitcoin, admitió que en caso de que los sistemas actuales fueran pirateados, podrían utilizarse nuevos algoritmos más sólidos.
La actualización de SHA-256 a sustitutos mejores como SHA-512 o el uso de técnicas criptográficas resistentes a la cuántica son algunas de las posibles soluciones. Los desarrolladores ya están investigando ideas para mejorar la resistencia de Bitcoin, como «Qubit»
El amplio impacto de las tecnologías emergentes en la seguridad
El vídeo también subraya la importancia de la computación cuántica, no sólo para Bitcoin. Esta tecnología podría poner en jaque los sistemas financieros tradicionales, el cifrado en línea y varios sistemas de seguridad aplicados en todo el mundo. Para proteger infraestructuras importantes, gobiernos, empresas y científicos están financiando sustancialmente el desarrollo de tecnología resistente a la cuántica.
A pesar de estos obstáculos, una gran ventaja de Bitcoin es su carácter descentralizado. A diferencia de organizaciones centralizadas como los bancos, que podrían necesitar años para reconstruir sus procesos, la comunidad de Bitcoin puede cooperar rápidamente para aplicar las mejoras necesarias.