- El equipo central de Pi Network posee el 82% del total de Pi Coins, lo que plantea serias dudas sobre la descentralización y la distribución justa de la riqueza.
- La transparencia limitada, el KYC basado en IA y el decreciente interés público se suman a las crecientes preocupaciones sobre la fiabilidad de Pi Network.
Pi Network, una plataforma de minería de criptomonedas a través de dispositivos móviles, enfrenta críticas crecientes debido a su alto nivel de centralización. Según datos recientes de PiScan, el equipo central de Pi Network posee 82.800 millones de Pi Coins, lo que representa el 82% del suministro total de 100.000 millones de monedas. Esta concentración de riqueza en manos de unos pocos ha generado preocupación sobre la verdadera descentralización de la red.

El problema principal radica en la distribución de las monedas. El equipo central controla directamente 62.800 millones de Pi Coins en seis monederos, mientras que otros 20.000 millones están distribuidos en 10.000 monederos no cotizados también vinculados al equipo. Esto significa que casi todo el suministro está bajo control interno, lo que ha llevado a los usuarios a cuestionar si la red es tan descentralizada como se prometió.
Además de la distribución de monedas, la infraestructura de Pi Network también es motivo de preocupación. La red opera con solo 43 nodos y tres validadores a nivel global. En comparación, Bitcoin cuenta con más de 21.000 nodos, Ethereum con más de 6.600 nodos, y Solana con aproximadamente 4.800 nodos. Esta diferencia resalta el alto nivel de centralización en Pi Network.
La transparencia de Pi Network bajo escrutinio
Otro punto de preocupación es la falta de transparencia en Pi Network. Los analistas han tenido dificultades para revisar el código fuente y los datos de la cadena, ya que el proyecto sigue siendo en gran medida cerrado. Un post de PiScan en la plataforma X destacó este problema:
«Analizar el código fuente de Pi Network y los datos de la cadena es actualmente un reto debido a su apertura incompleta.»
La transparencia es fundamental para cualquier proyecto descentralizado, y sin ella, la confianza en la red se mantiene frágil. La falta de claridad en las operaciones de Pi Network ha alimentado el debate sobre su legitimidad.
Además, la plataforma ha integrado ChatGPT en su proceso de verificación «Conozca a su cliente» (KYC) sin previo aviso. Este cambio se incluyó en la actualización de la política de privacidad de 2025, sin que se mencionara previamente en versiones anteriores. El documento actualizado dice:
«Utilizamos ChatGPT, como socio de confianza de IA, para automatizar la verificación de identidad y mejorar las medidas de seguridad. Al utilizar nuestros servicios KYC, los usuarios consienten el uso de ChatGPT, y de otros proveedores de IA que puedan implementarse posteriormente, como parte de nuestro proceso KYC.»
La participación de la inteligencia artificial en la verificación de la identidad plantea cuestiones sobre la privacidad de los usuarios y la participación de terceros. Con la creciente preocupación sobre cómo la IA maneja los datos personales sensibles, muchos usuarios se preguntan si su información está realmente segura.
Crece la frustración entre los usuarios
El descontento entre los usuarios de Pi Network ha ido en aumento. Muchos han expresado su frustración por los largos períodos de bloqueo de sus monedas y los problemas técnicos durante la migración a la red principal. Algunos usuarios, incapaces de acceder a sus tokens, han optado por vender sus cuentas.
Este malestar se refleja en la disminución del interés en Pi Network. Según Google Trends, el interés por la plataforma alcanzó su punto máximo el 20 de febrero, coincidiendo con el lanzamiento de la red principal. Desde entonces, ha caído drásticamente, pasando de un valor de 100 a solo 12, lo que indica una pérdida significativa de entusiasmo por parte del público.
Aunque los primeros usuarios creyeron en la promesa de una criptomoneda descentralizada y accesible desde dispositivos móviles, las recientes revelaciones han puesto en duda el futuro de Pi Network. La concentración de monedas en manos del equipo central, el reducido número de validadores y la falta de transparencia en la gobernanza han generado escepticismo sobre la dirección del proyecto.